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Mostrando entradas de abril, 2010

Me quiere, no me quiere...

Por fin hace buen tiempo, y ahora sí que empezamos a creernos que la primavera ha llegado. Unos meses en los que las margaritas, entre otras flores, van brotando... Así que ya podemos empezar a deshojarlas. Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...

Últimas noticias

Un anuncio, que se puede ver en Youtube , habla del infierno de la prensa. Todo para dar a conocer un nuevo diario argentino, llamado Últimas Noticias. Un joven, acompañado de una señora, baja en un ascensor a varios sotanos. En cada planta, se encuentran un tipo de periodistas. Los superficiales son los que no investigan. Los inexactos, los que no contrastan fuentes. Los tendenciosos, los que están obligados a decir sí o no. Los alteneros, los que abusan de su poder. Los sensacionalistas, los que sólo gritan. Su grito se ha convertido en su propio castigo. Los serviles, los que se venden según sus intereses. Van a donde sopla el viento. Y los calculadores, a los que no les importa el periodismo, sólo el dinero. Para consuelo del muchacho, la mujer le responde que no todos acabarán ahí. Y en España, ¿cómo está el periodismo?

Etapas

El lunes es el día de la semana en el que te ubicas. O por lo menos, en el que planificas qué vas a hacer durante los próximos siete días. Hoy, ha sido un lunes de fechas. De concretar días para cerrar etapas, y de llamadas. Conversaciones telefónicas que, tal vez, supongan el principio de un futuro a medio plazo. Ya lo decía la serie televisiva: "Nada es para siempre". Todo tiene principio y fin, y a veces son otros, o las circunstancias, quienes los marcan. Sea como fuere, empezar siempre supone vértigo, pero continuar, muchas veces hastío. Así que dejemos aparcado el refrán que dice "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". Pura contradicción.

Desconectados

El trajín del día a día obliga a desconectar. Y creo que para ello, hay que coger la maleta y partir. Aunque sea, simplemente, un fin de semana. A la vuelta, claro está, aquello que hayamos dejado a medias, nos estará esperando. Pero, tal vez, lo afrontemos de otra manera. La calma con la que se suele volver tras un viaje, aunque pronto desaparece, sirve para tomar un pequeño impulso. Así que a ver si aprendemos a hacer un paréntesis y, por unas horas, dejar de asumir todos los roles que nos atan, responsabilizan, condicionan...y cambiarlos por uno solo: "desconectados".

Practicando