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Mostrando entradas de octubre, 2015

Noche lunática

Por primera vez, visito la Filmoteca de Cataluña. Y eso que hace casi cuatro años que vivo enfrente. Una noche de "Cuatro lunas", una película mexicana de temática gay. Y dejo una frase de Alfred Temyson que he leído por casualidad: "es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado". 

Castañas rancias

Cataclismo el último domingo de octubre. Una imagen de película de Almodóvar. Dos amigos; él en el box de un ambulatorio de urgencias con un posible cólico nefrítico. Ella, llorosa. Se acaba de romper su relación de pareja. Y es la segunda ruptura en seis meses. Con el Informe de alta terracean en el Raval. Hoy, también aportan su punto a este barrio "especial y especiado" como lo denominaron hace no mucho en un freetour. Y ella se pregunta, ¿cómo estaremos dentro de un año? Y tiramos de la manta. Es decir, rebobinamos en el tiempo como dos abuelas haciendo ganchillo. En mi caso, retrocedería un año atrás. Pero las castañas están rancias y, como todo aquello que no está en buen estado, me dejarían mal sabor de boca. ¡Y es que todo no se puede! Siempre hay sumas pero también restas... ¿Y si multiplicamos?

Reparator

Una compañera se convierte en Reparator, el medicamento de los corazones rotos. Del mismo color que un Mon Chéri, el fármaco sólo puede tomarse tres veces en la vida. Si abusamos, tiene la contraindicación de enamorarnos a diestro y siniestro. Pongamos que lo tomas por primera vez. Se supone que el efecto es inmediato. Por tanto, nada de trabajar el duelo en una terapia. Es más, aunque veas a tu ex ya no sentirás nada. ¡Así de fácil! Y os preguntaréis, ¿se puede llevar una improvisación teatral a la realidad? Tal vez, las empresas farmacéuticas acaben creando un preventor de los "yo no te convengo". Mientras eso ocurre, las redes que nos atrapan, que nos conectan, que nos exponen, te muestran un perfil por el que empezó todo. Y que sigue ahí; con una foto que nunca te expresó nada, con información desfasada pero con visitas actuales. Porque nunca le dio a "delete". Y le escribes un WhatsApp porque hay buen rollo, porque es absurdo negar las evidencias y porque ro

Llegar

Escribí hace un tiempo que siempre hay una primera vez. Siempre hay una primera vez para ir a recoger a alguien a un aeropuerto. Y también, para que seas la primera persona a la que ese alguien conoce en España. Siempre, un pasajero de cualquier medio de transporte tiene una historia detrás. Porque la vida, supera a cualquier programa de testimonios de Telecinco. 20 años, nueve sin ver a su madre, un vuelo con varias escalas desde Nicaragua, un visado de turista y, seguramente, la expectativa de un futuro mejor. Pero en el viaje, también una sombra: la de convertirse en un inmigrante ilegal. Y, en este caso, cabe el eterno dilema: ¿es más fácil llegar o mantenerse? ¡Mucha suerte!

Quiero dejarlo...

Llevamos poco tiempo pero quiero dejarlo. Tuve una crisis en mayo pero decidí seguir. Antes del verano estaba al límite. Pero cogí un vuelo. Tras las vacaciones, quise pedirte un tiempo. No lo hice. Y ahora estoy en el mismo punto. Lo sabes, te lo he dicho, pero no haces nada. Sólo exiges y concedes poco. Sé que te joderá que me vaya, pero no habrá vuelta atrás. Y, obviamente, no podrás obligarme a quedarme donde yo no quiero estar. Tampoco sé si otro sitio es mejor. Pero quiero probarlo... Y te dejaré, antes o después. Con éste u otro. Mucho tienen que cambiar las cosas...